Distintos tipos de Piel
Piel Normal
Esta piel está en pleno equilibrio. No se observa que tenga demasiada grasa ni que esté demasiado seca.
A pesar de esto no debe faltar ningún tipo de cuidado, ya que con el paso del tiempo puede evolucionar a una piel seca.
Tienes piel normal si:
- Es suave al tacto y los poros son muy pocos visibles.
- Es una piel sin imperfecciones visibles.
- Está bien hidratada y permite adaptarse bien a distintas temperaturas y concentraciones de humedad. Así puede combatir bien las agresiones contra los rayos solares y contaminación.
Piel Seca
Las mujeres de piel seca sufren más de esta condición que los hombres. De hecho hay un porcentaje bien alto de consultas dermatológicas que se centran en este tipo de piel. Una piel que se ve muy poco "lubricada"
Este tipo de piel puede perder la humedad a través de la transpiración. El estrés, la actividad física o el calor pueden potenciar este proceso.
Como resultado de la falta de sebo, la piel seca no cuenta con las grasas necesarias para poder retener la humedad.
Tienes piel seca si:
- Tu tacto es muy áspero y no sientes una textura 'aterciopelada'.
- Notas una tez apagada u opaca, incluso con manchas rojas en la piel.
- Notas tirantez y picazón con mucha frecuencia. Incluso notas pequeños rasgos de envejecimiento, como pueden ser las lineas de expresion.
- Se enrojece fácilmente y presenta una falta de flexibilidad.
Signos de envejecimiento
Nuestro tipo de piel puede evolucionar en el curso de la vida.
Las personas con un tipo de piel graso en la adolescencia pueden descubrir que su piel llega a secarse después de la pubertad, mientras que las personas con un tipo de piel normal observan que su piel se vuelve más seca a medida que envejecen.
Para una consulta personalizada comunicate con nosotras y atenderemos tus necesidades.
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